A pesar de haber estudiado economía y finanzas, me costó bastante manejar mi dinero. Pensaba que sería más fácil – al fin y al cabo, yo era una persona "estudiada," y ya tenía una educación financiera básica, tenía un "buen trabajo," y ya tenía ahorros. 

​Pero cuando empecé a trabajar, me costaron muchas cosas:

• Recibía mi sueldo y pagaba mis cuentas en el día a día. Tenía ahorros, pero estaban estancados.

​

• Sabía que tenía que invertir para crecer mi patrimonio, pero no tenía idea de cómo hacerlo ni en qué invertir.

​​

• Y en el trabajo, yo pensaba que si cumplía con todas mis responsabilidades, y trabajaba horarios largos, subirían mi sueldo automáticamente. No tenía idea de que tenía que ser más estratégica para aumentar mis ingresos, sin tener que trabajar horas extras.     

​

¿Lo peor? Nadie hablaba de cómo manejar el dinero. ¡Ni se diga cómo generarlo!

​Todo esto resultó en que me diera ansiedad pensar en mi dinero. Decidí vivir en piloto automático e ignorar mis cuentas.

​Un día, mi papá me preguntó que cuánto gastaba al mes, y con mucha vergüenza le dije que no tenía idea...

​¿Cómo era posible que una mujer con formación como la que yo tuve, y con un cargo laboral "prestigioso", no supiera ni siquiera cuánto gastaba al mes? 

 Y si seguía a este ritmo, ¿cómo lograría alcanzar mis metas, sin depender de nadie más, y vivir la vida que tanto deseaba?

​Después de todo, todo lo que yo quería en mi vida, – independizarme, empezar una empresa, comprar una vivienda, tener una familia, y viajar por el mundo,– requería dinero. 

​Y si ni siquiera sabía lo más básico de finanzas, ¿cómo lograría alcanzar esas metas financieras?

​Me sentí muy triste. Culpable de no ser "adulta responsable" y aprovechar las oportunidades que había tenido. Decepcionada de mi misma. Sobre todo, sentí que había fallado.

​En realidad, fue un shock, y un poco de "tough love" de parte de mi papá, pero ahora me doy cuenta de que era necesario para que yo pueda, finalmente, tomar las riendas de mi dinero– y por ende, de mi vida.

​Desde ese entonces, decidí tomar cursos de finanzas personales y consumir cualquier recurso que me enseñe a manejar mi dinero. Si, logré organizarme más, y vi un poco de mejoras. Sin embargo, algo faltaba. 

No fue hasta que me di cuenta de mis creencias, emociones y hábitos financieros, – o sea, que pude crear consciencia financiera,– que vi un cambio significativo.

​Me di cuenta que existen 2 Herramientas Esenciales para manejar y generar dinero exitosamente: 

​

• Educación financiera: entender cómo funciona el dinero (esto es lo que yo aprendí en la universidad). Este es el mapa que te dice cuál es el destino al que debes dirigirte.​

​​

• Finanzas conductuales: porque debes corregir tu comportamiento financiero para generar riqueza de manera sostenible. Esta es la gasolina que nos permite encaminarnos nuestro destino, así sea lejano.

​

Eso es lo que me ha permitido usar mi dinero efectivamente para lograr mis metas financieras, manejar mi dinero sin que me tome mucho tiempo, y construir mi patrimonio,– el cuál sigue creciendo. 

​Pero más allá del dinero que haya acumulado, lo más importante es que, si algo llegara a pasar en la vida, y pierdo mi dinero, sé que puedo volver a construirlo. La seguridad financiera está en mí, y no dependo de otra persona. 

​Ahora utilizo esta metodología para ayudar a más latinos a obtener estas Herramientas Esenciales de finanzas personales para que puedan manejar su dinero exitosamente, tomar decisiones financieras con confianza y que, – igual que yo – puedan sentir libertad, seguridad, y empoderamiento.